miércoles, 4 de enero de 2012

Guerra, pena y coraje


Caramba con el brete de cada año a estas alturas.

De todo corazón, por ejemplo, no puedo desearles paz. Al menos en mi sistema de creencias, la paz es algo inherente a la muerte, o a pequeñísimos instantes. Que se parecen a la misma muerte.

Amor ...el Amor, así con mayúsculas, va de la mano de la guerra.

En el Amor, anda uno teniendo que guerrear a diario consigo mismo y con los amados, para bien o para mal. Es imposible desanudarlo de ésta.

Felicidades ...y eso qué es?

Yo no las conozco. Sí conozco las bendiciones que a diario nos arrima la vida, en la floración de un cactus, en la palabra de un nieto, en el paraguas abierto que son aquellos queridos dispuestos a cobijarnos en las desventuras y en las maravillas.

Así que de todo corazón, les deseo la guerra y las bendiciones.

Aunque sean una obviedad, porque a ninguno de nosotros nos faltan, nis nos faltarán mientras estemos vivos.

Así que guerreado y bendito sea, como siempre lo son los años, éste 2012.

Lo único que sí puedo desearles, es coraje.

Y a andar, que vale, y bien que lo vale, la pena que siempre está.

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